Amaia Aldalur Hernández nació en San Sebastián el 20 de junio de 1960.
Alta, con el pelo largo hasta media espalda y con una mirada profunda, se hace respetar como comisaria en la comisaría de la Ertzaintza de San Sebastián.
En 1980, con veinte años, le robó el bolso a una mujer de cincuenta y cinco años poniéndole un cuchillo en el cuello, motivo por el que fue condenada a cinco años de cárcel en la prisión de Martutene.
Entre 1982 y 1985, mientras aún estaba cumpliendo condena, fue responsable de delitos de acoso sexual contra Enara Leaburu, quien también estaba reclusa en la misma cárcel.
En 1987, con veintisiete años de edad y aprovechando que su padre, en aquel momento, era el que tenía el mando superior de la Ertzaintza, entró en la academia de Arkaute.
Tras unos años fue destinada a la comisaría de su localidad natal.
Suele ser de gran ayuda para las investigaciones que llevan a cabo los miembros del Grupo Arce, debido a que éstos, por su edad, no pueden usar armas ni tampoco pueden llevar a cabo por su cuenta procedimientos como el análisis de ADN cuando sea necesario.